Testimonio

Publicado en por Daima

    Quedan muchos búnkers en la región donde vivo, en la costa del Atlántico. En algunas partes, la ciudad los integró durante la reconstrucción, en vez de destruirlos.

    Esto búnker está en el jardín de una casa. Hay una antena en el tejado, y cortinas en las ventanas. Me gusta pensar que esta ímagen de la locura de los humanos es ahora un lugar de descanso, donde los propetiarios albergan quizás el amigo de paso.

 

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